En la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, 43 estudiantes de la normal rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, fueron secuestrados por el grupo criminal Guerreros Unidos y la policía, en complicidad con una red corrupta de instituciones locales, estatales y federales. Los jóvenes se dirigían en cinco autobuses desde Iguala hacia la Ciudad de México para conmemorar la masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968 en la plaza de Tlatelolco, cuando fueron atacados a tiros.
La rivalidad entre facciones del Cartel de Sinaloa se ha expandido a varios Estados de la frontera norte, donde Los Chapitos y el grupo liderado por El Mayo Flaco, hijo de El Mayo Zambada, controlaban el lucrativo negocio del tráfico de drogas sintéticas hacia Estados Unidos. Este conflicto ha generado gran agitación en el mundo del narcotráfico en México, sembrando el temor entre la población ante la posibilidad de nuevos enfrentamientos en lugares como Sonora, Baja California, Chihuahua y Durango. "Las calles lucen desoladas y los negocios cierran temprano", comenta Eduardo López, reconocido periodista de Ciudad Obregón, ubicada al sur de Sonora y una de las ciudades con mayor índice de homicidios en el país. La inseguridad se ha apoderado de la región, generando un clima de tensión y temor entre sus habitantes.