Claudia Sheinbaum se enfrentaba a un desafío monumental al asumir la presidencia, teniendo que establecer su propia identidad frente a la sombra de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. El equipo presidencial había estado trabajando arduamente para idear estrategias que les permitieran afrontar este reto, sabiendo que la clave estaba en la comunicación, en particular en las famosas conferencias matutinas.
Tras meses de planeación, las nuevas conferencias, ahora denominadas "Mañaneras del Pueblo", han revelado pocos cambios significativos. Aunque la decoración ha sido modificada de guinda con blanco a blanca con guinda, y la tipografía del logo del Gobierno se ha cambiado a minúsculas, la esencia y la retórica se mantienen prácticamente iguales. Sin embargo, se destaca la presencia de una nueva figura frente al micrófono, marcando una diferencia al menos en lo físico.
Además, en el Palacio Nacional ahora se celebran los jueves de rescate de heroínas nacionales, y se han implementado nuevas reglas para mantener el orden, reflejando el gusto de la nueva mandataria por la organización y la eficiencia.