Las bacterias se adueñan del espacio: un estudio revela su sorprendente adaptación tras el impacto de una roca espacial
Hace 3.260 millones de años, la Tierra era un blanco fácil para los meteoritos que la golpeaban de forma recurrente, alterando violentamente su superficie. En ese tiempo, una gigantesca roca espacial más grande que cuatro montes Everest se estrelló contra nuestro planeta, dejando una huella tan monumental que los científicos todavía pueden rastrearla hasta el día de hoy.
A pesar de la devastación causada por este impacto, la vida en la Tierra no fue erradicada, sino que, según un nuevo estudio, se fortaleció. Los seres unicelulares que estaban comenzando a despertar en ese momento se vieron beneficiados por las condiciones cambiantes del planeta después de la colisión.
Este descubrimiento revela la capacidad de adaptación de la vida en la Tierra ante eventos catastróficos y resalta la importancia de la resiliencia de los organismos ante situaciones extremas. La huella dejada por este antiguo impacto sigue siendo evidente en la actualidad, lo que nos permite comprender mejor la historia de nuestro planeta y la evolución de la vida en él.
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