La crisis migratoria en América Latina: más de 97.000 niños abandonan sus hogares rumbo a Estados Unidos
Dafne aspira a convertirse en chef, mientras que Roberto sueña con ser futbolista. Emiliano disfruta de las galletas y pasteles, mientras que Desireé extraña a su conejito, Copito, y Marco espera encontrar muchos parques en su nueva escuela para poder jugar. Los sueños de los niños migrantes que atraviesan México trascienden las fronteras y no se pueden reducir a una simple maleta, a pesar de que muchas veces sea lo único que llevan consigo en su camino hacia Estados Unidos.
México representa la última etapa de un largo viaje lleno de obstáculos que comenzó meses o incluso años atrás en Venezuela, Centroamérica u otros lugares aún más lejanos. Durante su travesía, las familias se enfrentan a la violencia, los secuestros y las extorsiones tanto por parte del crimen organizado como de las autoridades. Este viaje traumático deja secuelas físicas y psicológicas a menudo ignoradas, pero que dejan una profunda huella en quienes lo atraviesan.