La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que está transformando la interacción de las personas con el mundo, pero también está siendo utilizada de forma alarmante por los delincuentes. Tanto las empresas de ciberseguridad como las instituciones tecnológicas advierten sobre el crecimiento exponencial de los usos ilegales de las herramientas de deepfake, basadas en IA, que permiten crear vídeos y audios falsos a partir de imágenes o grabaciones de una persona.
Según datos del Cyberpeace Institute, la pornografía generada con esta tecnología se duplica cada seis meses en las plataformas de streaming más populares, y los casos de fraude han aumentado diez veces entre 2022 y 2023 en diversas industrias. Además, se han reportado casos de suplantación de identidad y fraude documental utilizando estas técnicas.
Es fundamental estar alerta ante estos riesgos y desarrollar estrategias efectivas para prevenir y combatir el uso malintencionado de la inteligencia artificial en el ámbito criminal.