Andrés Manuel López Obrador reaccionó con seriedad ante las versiones que sugieren negociaciones entre Ovidio y Joaquín Guzmán López, hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, para entregarse a las autoridades estadounidenses. Este posible acuerdo de colaboración entre Los Chapitos y Washington ha generado controversia tras la detención de Ismael El Mayo Zambada, ya que podría implicar acusaciones que alcancen a otros capos o incluso a funcionarios mexicanos involucrados en el narcotráfico.
El presidente se ha manifestado a favor de castigar las complicidades entre la delincuencia y las autoridades, pero ha hecho hincapié en la importancia de que se demuestren las acusaciones y que no sean utilizadas como herramienta de chantaje por parte de la justicia estadounidense. En sus declaraciones durante La Mañanera de este lunes, López Obrador señaló que es necesario que todo se pruebe, ya que de lo contrario se estaría vulnerando la soberanía nacional al permitir que un gobierno extranjero chantajee o subordine al gobierno mexicano.
Este nuevo giro en la polémica ha puesto de manifiesto la complejidad de las relaciones entre el crimen organizado y las autoridades, así como la necesidad de una investigación exhaustiva y transparente para esclarecer la verdad detrás de estas acusaciones.