En medio de las atrocidades sufridas durante las violaciones grupales en su infancia, Rosario aún recuerda vívidamente a uno de los sacerdotes que la sujetaba de los brazos y dirigía a los demás abusadores con desprecio, instándolos a esforzarse con ella, a quien llamaba "pecadora". Otro sacerdote la desafiaba a usar la fuerza para apartarlo, mientras que otro agradecía a Satanás por permitirle satisfacer sus oscuros deseos. Incluso en el confesionario, un cuarto sacerdote abusaba de ella sin piedad.
Sumergimos a la gente en su propio pastel de cumpleaños y nos hacemos 'limpias' con un huevo. 1. Mover el dedo de arriba a abajo para decir que sí. Televisa En México basta ver esta señal para saber que estamos en lo correcto o que tenemos aprobación, pero en cualquier otro lugar del mundo es un simple dedo moviéndose sin sentido. 2. Poner comida en los altares de Día de Muertos. instagram.com Es imposible explicar esta tradición sin que piensen que estamos locos. O sea, la comida no es para los vivos, sino para los muertos que vienen en la madrugada a comérsela, pero sin desaparecerla, porque sólo se comen su esencia. ⁀⊙﹏☉⁀ 3. Llamarles "dulces" a cosas que no tienen nada de dulce y mucho de picante. instagram.com ¿Por qué les seguimos llamando dulces si tienen chamoy y chile de árbol? Nunca lo sabremos. Lo cierto es que "regálame un dulce" es una de las frases más peligrosas que