Las idas y venidas al centro de adopción de animales influyen en la dificultad del gato para perder peso.
Uno de los gatos más gordos del Reino Unido, según lo bautizaron medios locales, vuelve a buscar un nuevo hogar después de haber sido devuelto al refugio de animales por cuarta vez. El gato, en realidad una gata, vivía en las calles de Plymouth antes de llegar al refugio y tenía un grave problema de sobrepeso.
Los voluntarios del Fondo de Bienestar Animal Woodside que lo acogieron en mayo de 2017 creen que hasta entonces había vivido en distintos pisos de estudiantes, donde sus cuidadores la alimentaban de manera incorrecta. Mitzi, así se llama la gata, llegó a pesar 7,2 kilos, casi el doble del peso recomendado para gatos de su edad, 8 años.
La gata fue sometida a una dieta estricta en el centro y, después de perder dos kilos, fue adoptada por unos nuevos dueños. Sin embargo, estos también la devolvieron al refugio al darse cuenta de que lidiar con Mitzi era más difícil de lo que creían. Durante ese año, otras tres familias adoptivas devolvieron a la gata a Woodside. Mitzi se volvió un poco agresiva cuando su última dueña quedó embarazada, por eso los voluntarios buscan para ella una familia sin animales y niños.
Todas estas idas y venidas al centro han convertido a Mitzi en una mascota malhumorada e influyen también en su peso. Sin embargo, ahora la gata ha logrado reducir su peso hasta 5,48 kilogramos, lo que posiblemente contribuirá a una rápida adopción.