Rumores y anécdotas de borracheras, depravación y muerte que fueron
mucho más allá del sexo, las drogas y el rock and roll. Keith Richards
alguna vez dijo: “jamás he tenido problemas con las drogas. Mis
problemas son con la policía”. Esta frase sintetiza el estilo de vida
que llevan muchas estrellas del rock: el único problema de vivir de
forma desenfrenada es que te atrapen.
Para las estrellas como Richards, las drogas, borracheras y los
desfiles interminables de amantes no son más que una parte de su estilo
de vida. De hecho, aquellas grandes estrellas del rock que alcanzaron la
cima del éxito entre la década de 1960 y 1980, parecían sostener una
competencia para ver quién llevaba las cosas más lejos.
Si The Rolling Stones
rizaba el rizo con una groupie y una barra de caramelo, atrás venían los de Led Zeppelin para incorporar
un tiburón.
Si los rumores decían que los chicos malos de Mötley Crüe esnifaban
múltiples líneas de cocaína, Ozzy Osbourne se dedicaba a inhalar una
línea de hormigas.
Desde las armas, pasando por las groupies hasta los hoteles destrozados, estas
locas anécdotas en la historia del rock
son ejemplos de lo salvaje que pueden volverse las cosas cuando los
amplificadores se apagan durante la noche. Y aunque estos cuentos sobre
los excesos de las estrellas del rock puedan parecer excesivamente
sensacionalistas y bárbaros para ser verdad, la mayoría seguramente
acontecieron con testigos presenciales, así como reportes de policía,
que pueden corroborarlos.
Ozzy Osbourne.
Mientras se encontraba de gira con Mötley Crüe en el año de 1984,
Ozzy Osbourne aseguró haber inhalado una línea de hormigas vivas tras no ser capaz de encontrar cocaína.
El bajista de Mötley Crüe, Nikki Sixx, atestiguó la inhalación de los
indefensos insectos mientras Osbourne se vanagloriaba de no haber dejado
ninguno solo con vida.
Billy Idol.
A
lo largo de tres semanas, Billy Idol organizó fiestas estridentes en su
penthouse del Oriental Hotel en 1989. El establecimiento tailandés
terminó cargando la friolera de US$ 149,000 al rockero por concepto de
hospedaje y daños a la habitación. Idol simplemente ignoró a la
administración del hotel y se negó a dejar el lugar. Tuvieron que llamar
a los militares para que lo sacaran por la fuerza,
los soldados tuvieron que trasladarlo en camilla después que le dispararan un dardo tranquilizante.
Keith Moon.
Las
destructivas payasadas del baterista Keith Moon le valieron una
prohibición para hospedarse en cualquier Holiday Inn alrededor del
mundo. En el año de 1967, durante la celebración por su cumpleaños
número 21, se dijo que Moon
había conducido un Rolls Royce a la piscina del Michigan Holiday Inn.
En el año de 1973, durante un concierto en California,
Keith Moon perdió el conocimiento arriba del escenario tras haber consumido tranquilizantes para caballos y brandy
poco tiempo antes. Al no poder traerlo de vuelta, la banda invitó a un
miembro de la audiencia de 19 años llamado Scott Halpin para poder
terminar.
Nikki Sixx.
El 23 de diciembre de 1987, en Hollywood, el bajista de Mötley Crüe, Nikki Sixx,
fue declarado muerto durante un par de minutos tras una inyección casi fatal de heroína.
En su autobiografía, Sixx recordó la forma en que la novia de Slash,
guitarrista de Guns N’ Roses, le dio respiración boca a boca hasta la
llegada de los paramédicos. Sixx fue llevado a un hospital local y
recibió el alta al día siguiente. Admitió que volvió a inyectarse
nuevamente “casi de inmediato”.
Keith Richards.
En cierta ocasión,
Keith Richards aseguró haber inhalado las cenizas de su padre muerto. Su manager dijo que se trataba de una broma, pero en los últimos años Richards no dejó de repetir lo mismo.
James Brown.
En
1988, James Brown irrumpió en una compañía de seguros cerca de su
oficina en Augusta, Georgia, y amagó a los empleados del lugar con una
escopeta supuestamente porque habían utilizado su baño. Posteriormente
se supo que Brown
estaba bajo los efectos del PCP en el
momento del incidente. Antes de ser arrestado, inició una persecución
policial y fue condenado a tres años de prisión en el South Carolina’s
State Park Correctional Center.
Ace Frehley.
El guitarrista de Kiss, Ace Frehley, aseguró haber
bebido un bote de perfume durante una borrachera.
De acuerdo con su colega Paul Stanley, Frehley ya estaba completamente
ebrio durante un viaje en limusina cuando, a propósito, se bebió un bote
entero de perfume tras conocer que contenía alcohol.
Rod Stewart.
Las
estrellas del rock parecían estar obsesionadas con meter drogas a su
organismo de la forma más rápida y eficiente, por lo que no resulta tan
sorprendente la versión de que
Rod Stewart supuestamente utilizó cocaína por el ano.
Se dice que Stewart llegó a citar razones médicas para este cambio.
Estaba realmente preocupado sobre los efectos secundarios de inhalar
demasiada cocaína por las narices.
Slash.
En su autobiografía, el guitarrista de Guns N’ Roses recordó aquella ocasión en la que
estaba tan drogado que llegó a creer el extraterrestre de la película Depredador intentaba matarlo.
En 1989, el guitarrista atravesó una puerta de vidrio en un campo de
golf de Arizona, estaba completamente desnudo y temeroso por su vida, al
punto que agarró a una mucama para utilizarla como “escudo humano”
contra su atacante imaginario.
Led Zeppelin.
Led Zeppelin fue expulsado del Hotel Edgewater en 1969 a causa de una fiesta excesiva. El grupo se consideró persona
non grata
en este establecimiento de Seattle, pero se las arreglaron para
escabullirse en 1977 utilizando nombres falsos. Una vez adentro,
llevaron a cabo sus desmanes nuevamente y se dice que
arrojaron cinco televisores por la ventana al estrecho de Puget.
Gene Simmons.
Gene Simmons, bajista de Kiss,
asegura tener un álbum fotográfico de las más de 4,000 mujeres con las que ha dormido a lo largo de los años.
Simmons suele decir que “es como un turista” y ha tomado fotografías a
cada una de sus amantes desde comienzos de la década de 1970.
Freddie Mercury.
Para celebrar el lanzamiento del álbum
Jazz
en 1978, Freddie Mercury ofreció una fiesta para 400 invitados al
interior del Fairmont New Orleans. El evento apodado “sábado por la
noche en Sodoma”, tuvo lugar una noche de Halloween y
habría costado la friolera de US$ 275,000. El espectáculo nocturno contó con la participación de contorsionistas, traga fuegos y bailarines.